viernes, 20 de septiembre de 2013

La medalla que nunca fue

 

Fernando Ojeda.


En el año 1741, en honor al Almirante Vermon, que comandaba una de las mayores flotas que la Armada Británica ha reunido nunca en su historia, , el Rey Jorge II de Inglaterra procedió a emitir una serie de monedas conmemorativas del inminente éxito de la misión otorgada al Almirante. Apenas unas semanas después, el propio Rey ordenaba que se eliminaran de los archivos oficiales de la época y prohibía a los cronistas hablar en absoluto de esa flota, a la vez que trataba de recuperar todas las monedas y medallas en “honor” a esa misión militar.

Esto se debió a que pese a la total desproporción de medios ( 30.000 hombres y en torno a unos 150 barcos por parte inglesa, contra tan sólo 5.000 hombres y 6 barcos por parte española) el hombre encargado de la defensa de Cartagena de Indias, objetivo final de la flota inglesa y llave para el dominio del Caribe, era el Almirante Blas de Lezo y Olavarrieta, también llamado “mediohombre” debido a las múltiples heridas y mutilaciones sufridas en combate – tuerto, manco y cojo- que se trataba de uno de los oficiales con mayor veteranía en la Armada Española.

Sabiendo utilizar de forma magistral las características del terreno, y la impaciencia inglesa debido a la férrea defensa de las tropas españolas, en una serie de defensas a ultranza, y de contraataques a la bayoneta, la guarnición de 600 hombres del último fuerte que seguía resistiendo, logró hacer huir a la desbandada hacia sus barcos a las tropas británicas que habían desembarcado, dejando detrás suyo centenares de cañones, pertrechos de todo tipo, y miles de muertos y heridos, sucumbiendo muchos más en la penosa travesía de vuelta a Inglaterra.

Aunque las cifras están todavía discutidas, se habla que la flota británica perdió en torno a 15.000 soldados y medio centenar de naves, enter als que se destruyeron en batalla y las que tuvieron que quemar al retirarse al no disponer ya de tripulaciones que pudieran manejarlas; las fuerzas de Blas de Lezo tan sólo perdieron unos 900 hombres.

Esta hazaña, que permitió asegurar el dominio marítimo y terrestre en las colonias americanas español durante casi otro siglo sin apenas oposición británica, y que luego tuvo relevante influencia en la Guerra de la Independencia de los EE.UU., sin embargo, apenas es conocida fuera de los ámbitos académicos.  

Si bien es por todos conocido el nombre del Almirante Nelson, y en todo libro de Historia se trata sobre la Armada Invencible, esta gesta en la historia de las armas españolas, y más específicamente en la Armada Española, es desconocida para gran parte de los españoles, que no conocen ni la batalla ni el nombre del Almirante que supo superar unas dificultades que parecían imposibles de vencer, hasta lograr humillar al Rey de Inglaterra.

Como de costumbre en nuestra Historia, somos capaces de olvidar nuestras grandes gestas e ignorar a nuestros mejores compatriotas, sin más que algún homenaje temporal y que no esté a la altura del reconocimiento que tantos hombres y mujeres se han ganado a lo largo de tantos años, dando la razón al dicho tan Español de “Qué gran vasallo si tuviera gran señor”.

viernes, 6 de septiembre de 2013

El Museo Nacional de Arqueología Subacuática- ARQUA localiza un barco romano y otro del siglo XVIII/XIX en el Puerto de Cartagena


Cartagena, 5 de septiembre de 2013.

 

Durante los últimos cuatro meses y dentro del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático Español promovido por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte, el Museo Nacional de Arqueología Subacuática – ARQUA ha llevado a cabo una campaña de prospección arqueológica en aguas del puerto de Cartagena. 
Esta actuación arqueológica en uno de los puertos naturales más importantes desde la Antigüedad y por lo tanto de alta potencialidad arqueológica, pretendía localizar las zonas no afectadas por los dragados y conocer sus posibilidades arqueológicas.

Se trata de un proyecto plurianual que comenzó el año pasado con la dotación por parte del Ministerio de los laboratorios de restauración, imprescindibles antes de cualquier extracción arqueológica y la adquisición de las máquinas y herramientas necesarias para los trabajos subacuáticos.

Los objetivos últimos han sido:
 ‐ Ampliar la infraestructura del museo y adecuarla a una metodología que permita abordar proyectos arqueológicos subacuáticos.
‐ Realizar, en colaboración con la Universidad de Murcia, un estudio de la paleotopografía del puerto y su estratigrafía.
‐ Crear una metodología de trabajo adecuada a la problemática del estudio de un puerto antiguo.
‐ Localizar unos yacimientos que permitan al museo iniciar nuevos proyectos de investigación que puedan utilizarse como excavación escuela para la formación de nuevos arqueólogos.

La Autoridad Portuaria de Cartagena, consciente de la potencialidad arqueológica del puerto de Cartago Nova, optó en varias de sus obras por la construcción de pantalanes flotantes que no afectasen al subsuelo. Es precisamente debajo de unos pantalanes donde se han localizado los yacimientos arqueológicos.

El equipo de trabajo está formado por tres arqueólogos de ARQUA (David Munuera, Ana Miñano y Rocio Castillo), dos arqueólogos de la empresa ARQUEOMAR (Juan Pinedo y Felipe Cerezo) , el patrón de embarcación de ARQUA (Emilio Peñuelas), el fotógrafo David Balcázar, “Balky” y la supervisión del director del museo (Xavier Nieto). 

Con el fin de alcanzar los objetivos previstos se han realizado 26 sondeos de entre tres y cuatro metros cuadrados hasta alcanzar la roca natural situada en muchos casos a más de dos metros de profundidad bajo el lecho marino. 



Yacimiento 1.- Corresponde al propio fondo del puerto en el que, como consecuencia de su dilatada ocupación, se han ido depositando objetos perdidos o arrojados voluntariamente.

La excavación ha puesto al descubierto una potencia de sedimentos de más de dos metros de espesor localizándose tres paleofondos principales sellados por antiguas praderas de posidonia oceánica. Estos niveles correspondientes a otros tantos momentos cronológicos permiten detectar los aportes aluviales provocados por las avenidas de las ramblas que desembocaban en el puerto.

Este estudio de paleotopografía unido al que está llevando a cabo en tierra la Universidad de Murcia permitirá avanzar en el conocimiento de la evolución de la línea de costa y del paleoambiente.

Se ha recuperado una gran cantidad de objetos de muy amplia cronología y tipología. Es de destacar una magnífica colección de pipas para fumar bellamente decoradas.


Estos restos, junto a desechos alimenticios (huesos de animales, semillas de frutas, vasijas de cocina, etc.), deben corresponder a los detritus arrojados al mar por los marineros durante los periodos de fondeo de las naves.

Yacimiento 2.- Se trata de un barco romano de finales del siglo IV – inicios del siglo V d.C. que transportaba un cargamento heterogéneo en cuanto a sus componentes. Presenta junto a ánforas de origen africano que contuvieron vino y aceite, otras béticas y lusitanas para el trasporte de conservas de pescado. Aparecen también lucernas y otros objetos de la tripulación, algunos con símbolos cristianos impresos.

A falta de un estudio detallado, parece ser un barco que redistribuía productos desde un puerto andaluz hasta la ciudad de Cartagena o, en un trayecto más largo a las costas italianas, como documentan barcos similares ( Dramont E -Francia o el Punta Ala A -Italia).

Yacimiento 3.- De momento, y hasta que se estudien los materiales, parece tratarse de un hundimiento ocurrido entre finales del siglo XVIII e inicios del XIX. Destacan como hallazgos significativos los correspondientes a la arquitectura del barco (especialmente partes del forro del casco) y elementos de las jarcias (poleas, motones, cabos, etc). También una parte de la pala del timón. 

El sondeo realizado parece coincidir con la zona de cocina de la embarcación dada la abundante presencia de ollas con marcas de fuego, fuentes, vajilla de mesa, cubiertos, botellas de vidrio, aceiteras y un tonel de madera destinado probablemente a contener alimentos. 

Este pecio, junto con el material de época moderna procedente del fondeo de las naves, son pruebas del auge del puerto de Cartagena tras la construcción del Arsenal en el siglo XVIII

Si deseas conocer mejor éste y otros proyectos realizados por el ARQVA, te invitamos a visitar su página web: museoarqua.mcu.es