domingo, 22 de febrero de 2015

Decenas de clásicos: Bajo el Mar

Equipo AdARQUA


Como amantes del buceo no podíamos dejar de hacer una selección relacionada. Esperamos que las disfrutéis.

1. El gran azul (1988)
Jacques Mayol (Jean-Marc Barr) es un joven francés con un talento especial para el buceo, y ayuda al profesor Lawrence en sus experimentos marinos. Cuando era niño y vivía en una pequeña población griega junto a su gran amigo Enzo Molinari (Jean Reno), ahora campeón de buceo en apnea, Jacques perdió a su padre, que trabajaba como buzo, pero a pesar de ello ama al mar por encima de todo. Nada de lo que tiene o consigue en la vida le llena tanto como estando bajo el agua.



2. Hombres de honor (2000).
Carl Brashear nació en Kentucky en el seno de una familia de campesinos negros cuya vida ha estado siempre marcada por el racismo. Mac, el padre de Carl, le enseñó desde niño el valor de la perseverancia como arma para vencer los obstáculos y alcanzar sus sueños. Carl sueña con ingresar en la escuela de buzos de la marina de los Estados Unidos.


 

3.Life Aquatic (2004)
Tras preparar un plan para vengar la muerte de su colega a manos de un mítico tiburón blanco, el oceanógrafo Steve Zissou (Bill Murray) recluta a una tripulación que incluye a su esposa (Anjelica Huston), a una periodista (Cate Blanchett) y a un joven que podría ser su hijo (Owen Wilson).




4.Open Water (2003)
Basada en hechos reales, narra una historia ocurrida en Las Bahamas. Una pareja adicta al trabajo había decidido tomarse un tiempo de relax y pasar unos días buceando. La lancha que los lleva, debido a un descuido de la tripulación, los abandona en medio de un mar, a la deriva y lejos de la costa, en unas aguas infestadas de tiburones... Según la crítica americana, la película de terror más impactante exhibida en el Festival de Sundance desde "The Blair Witch Project", en 1999.



 
5.Viaje al fondo del mar (1961)
Una expedición rutinaria al Polo Norte se convierte repentinamente en una trepidante carrera por salvar a toda la humanidad cuando un cinturón de radiación en el espacio convierte la Tierra en un verdadero infierno. El almirante Nelson y la tripulación del submarino atómico Seaview lucharán contra saboteadores, enormes criaturas marinas y ataques de submarinos enemigos, mientras intentan prevenir una catástrofe mundial.

6. Inmersión letal (2005)
Cuando cuatro buceadores descubren lo que podría ser un legendario y valiosísimo pecio, creen que su sueño de hallar un tesoro escondido se ha hecho realidad. Pero en el fondo del océano, se encuentran con otro misterio más siniestro. Deciden entonces hacer un pacto para mantener en secreto ambos hallazgos.


7.El santuario (2011)
Un grupo de submarinistas, realiza una expedición a la cueva más grande e inaccesible del mundo. A causa de una tormenta tropical, quedan atrapados y para salir de allí tendrán que enfrentarse a numerosos peligros, buscando nuevas rutas para poder salvar su vida.


 
8.Abyss (1989).
Un equipo de científicos de una instalación petrolífera es contratado por la marina norteamericana para llevar a cabo la operación de rescate de un submarino nuclear atrapado, en extrañas circunstancias, en el fondo del mar, justamente al borde de una grieta abisal de varios kilómetros de profundidad. Un grupo de las fuerzas especiales del ejército acompañará a los científicos. Muy pronto éstos últimos empiezan a sospechar que lo que está sucediendo en las profundidades abisales es algo tan extraño que, en principio, escapa a su comprensión.




9. Ocean Man.
Ésta es una película documental en formato IMAX que trata sobre el arte y ciencia del buceo libre, presentando a dos de sus más destacados exponentes: Pipín Ferreras y Umberto Pelizzari, narrado en parte por otro gran buceador libre, Jacques Mayol, quien menciona a otro gran buceador libre, Enzo Maiorca. La película describe dos de las muchas técnicas en buceo libre: "Sin Límites" (practicado por Pipín Ferreras) y "Peso Constante" (practicado por Umberto Pelizzari). Esta película documental de 40 minutos es lo máximo para todo aquel interesado en practicar y aprender el buceo libre.

OceanMen Poster


10.The Guardian (2006)
Tras perder a su compañero y a otros miembros de su equipo durante un accidentado rescate en alta mar, el subteniente Ben Randall (Kevin Costner), un legendario miembro de la Guardia Costera norteamericana, es enviado como instructor a una academia de élite de rescatadores de la Guardia Costera. Al principio chocará con Jake Fischer (Ashton Kutcher), un joven díscolo y presuntuoso destinado a ser el mejor del curso.



Información extraída de :  Filmaffinity.com

domingo, 15 de febrero de 2015

Los restos del Sinán




Equipo Adarqua.




El Sampán o Junco chino, que es quizá el velero tradicional más antiguo que se conoce, ha conservado la forma original desde su aparición en el año 600 d.C. El casco posee una popa corta y carece de quilla. Probablemente se desarrolló a partir de una canoa doble de diseño primitivo.
Lo más característico era la configuración de sus mástiles y su empleo tanto para la guerra como para el comercio. El palo de trinquete se apoyaba fuera de la borda, a babor, mientras que los palos mayores y el de mesana estaban situados en línea en el centro de la cubierta. Por contra, el palo auxiliar de mesana se hallaba justo a un lado de la caña del timón, contribuyendo a facilitar el cambio de bordada.
Fueron los buques característicos del Mar de la China y tanto Gengis Kan como Kublai Kan los emplearon en sus intentos de conquistar el Japón.

 En 1975 un pescador descubrió, en la costa sudoeste de la República de Corea, los restos de un navío con un gran cargamento de objetos de porcelana del siglo XIV. Desde el Ministerio de Cultura, en colaboración con la Armada, recuperaron una buena cantidad de artefactos bien conservados como monedas de cobre, vasijas de Celedón, lingotes de plata y hierro y otros elementos de tipo doméstico. El navío estaba enterrado en un limo denso, lo que ayudó a la espectacular conservación del mismo.

Este navío probablemente comerciaba entre el Sur de China y Japón. Las naves que iban a Corea solían salir de China en ele verano y volver en el invierno, y las que iban a Japón aprovechaban los vientos del sudoeste a comienzos del verano, y aguardaban a los vientos del nordeste para volver en la siguiente primavera. 

Se cree que el navío naufragó hacia 1323, período de la dinastía Yuan; una época que destaca por una cerámica original y más imaginativa que la del período anterior.

Respecto a la nave, tenía ocho mamparos transversales y dos mástiles. El palo mayor medía cerca de 30.5 metros y el trinquete casi 25. Es probable que las anclas fueran del tipo de cuatro puntas de hierro, aunque no se encontró ninguna. El navío fue, al parecer, construido en el sur de China, con unas especies de pino rojo y abeto que sólo crecen en esa región.

domingo, 8 de febrero de 2015

Ciudades sumergidas: Baia y Portus Iulius



Eva Vera

  
Baia (golfo de Nápoles) fue famosa desde finales de la época republicana de la Antigua Roma, pero que tuvo su momento de esplendor en el s. I d. C., cuando se convirtió en ciudad de recreo de la élite romana. Llamada “la pequeña Roma”, allí tenían su villa de lujo Julio César, Escipión o Calígula; y se popularizó por sus aguas termales, que al parecer tenían propiedades curativas y medicinales. 



Nerón, Adriano, Antonino Pío y Alejandro Severo la ampliaron. En el s. VIII fue saqueada por los sarracenos, y después cayó en el olvido. Intervenido arqueológicamente desde los años 90, hoy es uno de los pocos parques arqueológicos submarinos del mundo (creado en 2002), ya que además está a entre 5 y 12 metros de profundidad.



Cerca de allí podemos encontrar (y ver con una claridad pasmosa) el Portus Iulius, construido en el año 37 a. C., durante la guerra civil entre Octaviano y Sesto Pompeyo, y en uso hasta el s. V. Fue encargado al arquitecto Lucius Cocceius Auctus, que quería conectar el Lago Lucrino y el Lago Averno por medio de un túnel navegable.

Tenía un muelle de 372 metros, y contaba con astillero para reparaciones y nuevas construcciones. Fue utilizado como base militar hasta que, en el 12 d. C. la flota fue trasladada, y desde entonces su uso fue meramente comercial.
El 29 de septiembre de 1538, hubo una erupción en la zona que desembocó en la creación del Monte Nuovo. Milagrosamente, el Portus Iulius se conservó, aunque bajo el agua. Y no fue hasta mitad del s. XX que se descubrieron los restos del puerto, gracias a unas fotografías aéreas de la zona que dejaban ver toda la superficie portuaria, de cerca de 10 hectáreas. 


Los restos se hundieron debido a la isostasia, cuyo fundamento físico está en el principio de Arquímedes. Este término se refiere a que el ascenso o descenso continental es posible debido a que el manto situado bajo la litosfera, denominado manto sublitosférico, es más denso que la litosfera y tiene porca rigidez (por su elevada temperatura), por lo que su comportamiento es plástico, lo que permite el ascenso o descenso de los bloques litosféricos más rígidos situados por encima, en función del peso que soporten. Los continentes se levantan cuando pierden peso, por ejemplo, por la erosión. Si ganan peso, por acumulación de hielo durante una glaciación, el continente se hunde. Lo mismo le sucede a algunas cuencas sedimentarias, que se hunden con el peso de los sedimentos (subsidencia).

En el Parque Arqueológico Subacuático de Baia podemos hacer inmersiones y visitar sitios como el mismo Portus Iulius, la Villa de los Pisoni o la Villa del Castillo Aragonés. También hay excursiones terrestres al Castillo de Baia o el Ninfeo, donde empezaron realmente los trabajos arqueológicos.

domingo, 1 de febrero de 2015

El Arte y el Mar: Las olas del mar son en b/n



Ana Parres

 
Wayne Levin nació en el 1945 en Los Ángeles, el mismo año que Hiroshima se convierte en la primera ciudad del mundo en ser pasto de una bomba nuclear. Pero no hablemos de fechas, ni de  edades, ni del tiempo. Hablemos de fotografía, de hechos tangibles en papeles especiales que consiguen mantener viva la historia. 

Con doce años, con su cámara de cajón Brownie, comenzó a despertar su curiosidad por lo visual, por la imagen generada. Y será esta cámara, como el mismo reconocerá posteriormente, el primer recuerdo que tiene de la fotografía unida a su vida. 

Decidió alistarse en la marina y pasó dos años en las costas de Vietnam,  e inmediatamente a su regreso, su familia se mudó a Hawái y decidió pasar un tiempo viajando  alrededor del mundo visitando Asia, Europa y América Central. Después de su periplo, siguió formándose en fotografía y estudiando con grandes profesionales en San Francisco y en Brooklyn. Lo que le llevo,  a dedicarse a la docencia y a la creación artística a partes iguales. 

Su historia, es una historia de casualidades o del destino o de caprichos del universo. Llego a todos sus relatos intentando recobrar y definir la capacidad de captar todas las formas. Fue un regalo, en forma de cámara acuática, el que le llevo a unirse a la belleza marina. Ahí su historia hablaba de surferos, nadadores y de los animales que habitan el mar. 
 







Después llegó la historia de los delfines. A través de la sugerencia de un amigo, allá por el año 90, comenzó fotografiar a estos animales. Y con esa sugerencia creo una de las mejores galerías de fotografía en blanco y negro submarina y acuática. Trabajó en la Kealakekua Bay en trabajos fotográficos de inmersión que le llevaron a colaborar en varias revistas del Pacífico y del Caribe. Fue el resultado de la unión de la manifestación de la belleza y de su estilo de pensamiento. 


 



Más adelante, en el año 93, comenzó su serie de retratos submarina.  Era la historia de Elise, su hija. Desde los 6 meses hasta los 2 años de edad, el artista estudió y exploró la interacción de la niña con el océano mientras esta, aprendía a nadar. Realmente, desde su propio reflejo, nos habla de nosotros, del ser humano  en interferencia con el mundo marino, del desarrollo de la consciencia del medio y de la pertenencia a él. 



La historia de los acuarios se desarrolla en los años posteriores. Una investigación basada en concebir y plasmar con su cámara la realidad de la incoherencia humana. Un trabajo donde habla de la conciencia social que se agita al crear mini océanos perfectos mientras nos dedicamos a destruir el océano real.  Una serie de fotografías que son ni más ni menos que una metáfora donde el artista yuxtapone el encanto del medio natural con la crudeza del expolio humanístico. 




El artista siempre ha tenido la convicción de que su disparo artístico podría crear conciencia social y por ello decidió utilizarlo en su beneficio, fotografiando leproserías, el mal estado del mar, la migración de las aves y los cielos en consonancia con el mar. 



Yo no puedo evitar pensar en ese “instante decisivo” que Levin capta y que Cartier Bresson definió. Pienso en que más que un análisis del fotograma, todo se basa en una historia personal como relato de un viaje. Como relato de una vida. Es un cuaderno de bitácora unido al mar desde sus comienzos. A mi me parece absolutamente imposible no oler a mar en la historia de Wayne Levin.

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